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Aniversario institucionalidad ambiental

Servicio de Evaluación Ambiental: Un año de trabajo técnico y profesional

Por Ignacio Toro Labbé, director ejecutivo Servicio de Evaluación Ambiental.

Se cumple un año de funcionamiento de la nueva institucionalidad ambiental del país y con ello, el de una entidad encargada del procedimiento de evaluación de impacto ambiental: el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).

Ha sido un tiempo de intenso debate y de adopción de decisiones asociadas a proyectos específicos que, sin lugar a dudas, generan gran controversia por la confluencia de distintos intereses, muchas veces producto de miradas distintas del país que queremos construir.

La nueva institucionalidad otorga al SEA la responsabilidad de mejorar y tecnificar la evaluación ambiental a través de distintas herramientas, destacando la creación de un sistema de información de líneas de bases georreferenciadas, el uniformar los criterios, requisitos y exigencias técnicas de carácter ambiental, a objeto de despejar los diferentes criterios que se presentan en la evaluación ambiental de proyectos y realizar un análisis adecuado de las observaciones realizadas por la ciudadanía. A su vez, encomienda a los ministerios, la confección de políticas públicas y normas en las que se generen los grandes acuerdos que el país requiere para asegurar la protección del medio ambiente y el desarrollo sustentable que soñamos.

Derivado de lo anterior, el SEA ha liderado un trabajo permanente con más de 15 órganos de la Administración del Estado para definir y zanjar aspectos que presentan hoy criterios disímiles en la evaluación ambiental. Este trabajo ha permitido disminuir los plazos de evaluación de las Declaraciones de Impacto Ambiental, aumentando de un 7% a un 23% el número de Declaraciones calificadas en menos de 60 días de evaluación y de un 25% a un 47% aquellas calificadas en el plazo legal de 90 días.

Pero la mayor eficiencia no tendría mérito si no viniese acompañada de una mejora permanente en las herramientas de evaluación. Por ello, durante este primer año el SEA ha invitado a profesionales de primer nivel y de reconocido prestigio internacional a analizar y proponer mejores prácticas para la evaluación ambiental. Es posible destacar, entre otros, el trabajo interdisciplinario que ha permitido identificar las carencias presentes en las metodologías de levantamiento de líneas bases o las grandes carencias detectadas en la revisión de los modelos atmosféricos utilizados en 100 de los principales proyectos evaluados previamente.

El SEA ha tenido un sello que lo ha caracterizado en su gestión, consistente en avanzar en conjunto a la ciudadanía, en los mejores mecanismos de evaluación ambiental, generando un diálogo intenso con los distintos actores. El desafío que tenemos como país es muy grande y no será posible alcanzarlo si los distintos actores no logramos poner el bien común sobre el beneficio particular de la adopción de una u otra medida. Es por esto que el Servicio ha trabajado con representantes de gremios, empresas, académicos, ONGs, consultores, con los pueblos originarios y la ciudadanía en general. De manera inédita y exitosa se sometió a consulta el nuevo reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, realizando más de 76 talleres a nivel nacional, en los cuales participaron más de 2.000 personas.

Junto a lo anterior, realizó otros 24 talleres sólo con personas pertenecientes a los pueblos originarios explicando los alcances y la importancia del Reglamento e invitándolos a participar con propuestas de mejoras concretas. En paralelo se efectuaron 125 talleres en los que participaron más de 5.500 asistentes en el marco de la gran consulta indígena.

Hoy el Servicio se encuentra analizando la totalidad de las observaciones recibidas por la ciudadanía y mantiene sólo talleres y recepción de observaciones provenientes de los pueblos originarios: ¡qué duda cabe de que requieren especial atención!

A un año de creación del Servicio nos alegramos del proceso inclusivo desarrollado que permitió identificar falencias existentes en la operación actual y que nos llena de desafíos. Confiamos que en un futuro próximo se verán con mayor notoriedad aún los frutos del debate que ha tenido el país. El nuevo Reglamento incorporará una mejora considerable en el estándar de participación ciudadana y en la información entregada por los titulares.